Érase una vez, en la ciudad de Bagdad, un criado que servía a un
rico mercader. Un día, muy de mañana, el criado se dirigió al mercado para
hacer la compra.
Pero esa mañana no fue como todas las demás, porque esa
mañana vio allí a la Muerte y porque la Muerte le hizo un gesto.
Aterrado, el criado volvió a la casa del mercader.
—Amo —le dijo—, déjame el
caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero estar muy lejos de Bagdad. Esta
noche quiero estar en la remota ciudad de Ispahán.
—Pero ¿por qué quieres huir?
—Porque he visto a la Muerte en
el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.
El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo y el criado partió con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.
El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo y el criado partió con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.
El caballo era fuerte y rápido,
y, como esperaba, el criado llegó a Ispahán con las primeras estrellas. Comenzó
a llamar de casa en casa, pidiendo amparo.
—Estoy escapando de la Muerte y os pido asilo —decía a los que le escuchaban.
Pero aquella gente se atemorizaba al oír mencionar a la Muerte y le cerraban las puertas.
—Estoy escapando de la Muerte y os pido asilo —decía a los que le escuchaban.
Pero aquella gente se atemorizaba al oír mencionar a la Muerte y le cerraban las puertas.
El criado recorrió durante
tres, cuatro, cinco horas las calles de Ispahán, llamando a las puertas y
fatigándose en vano. Poco antes del amanecer llegó a la casa de un hombre que
se llamaba Kalbum Dahabin.
—La Muerte me ha hecho un gesto de amenaza esta mañana en el mercado de Bagdad, y vengo huyendo de allí. Te lo ruego, dame refugio.
—Si la Muerte te ha amenazado en Bagdad —le dijo Kalbum Dahabin—, no se habrá quedado allí. Te ha seguido a Ispahán, tenlo por seguro. Estará ya dentro de nuestras murallas, porque la noche toca a su fin.
—Entonces, ¡estoy perdido! —exclamó el criado.
—No desesperes todavía —contestó Kalbum—. Si puedes seguir vivo hasta que salga el sol, te habrás salvado. Si la Muerte ha decidido llevarte esta noche y no consigue su propósito, nunca más podrá arrebatarte. Ésa es la ley.
—Pero ¿qué debo
hacer? —preguntó el criado.
—Vamos cuanto antes a la tienda que tengo en la plaza —le ordenó Kalbum cerrando tras de sí la puerta de la casa.
—Vamos cuanto antes a la tienda que tengo en la plaza —le ordenó Kalbum cerrando tras de sí la puerta de la casa.
Mientras tanto, la Muerte se
acercaba a las puertas de la muralla de Ispahán. El cielo de la ciudad
comenzaba a clarear.
La aurora llegará de un momento a otro —pensó—. Tengo que darme prisa. De lo contrario, perderé al criado.
La aurora llegará de un momento a otro —pensó—. Tengo que darme prisa. De lo contrario, perderé al criado.
Entró por fin a Ispahán, y husmeó entre los miles de olores de la ciudad buscando el del criado que había huido de Bagdad. Enseguida descubrió su escondite: se hallaba en la tienda de Kalbum Dahabin. Un instante después, ya corría hacia el lugar.
Abrió la puerta de golpe y... sus ojos se llenaron de desconcierto. Porque en aquella tienda no vio a un solo criado, sino a cinco, siete, diez criados iguales al que buscaba.
Miró de soslayo hacia la
ventana. Los primeros rayos del sol brillaban ya en la cortina blanca. ¿Qué
sucedía allí? ¿Por qué había tantos criados en la tienda? No le quedaba tiempo
para averiguaciones. Agarró a uno de los criados que estaba en la sala y salió
a la calle. La luz inundaba todo el cielo.
Aquel día, el vecino que vivía frente a la tienda de la plaza anduvo furioso y maldiciendo.
—Esta mañana —decía— cuando me he levantado de la cama y he
mirado por la ventana, he visto a un ladrón que huía con un espejo bajo el
brazo. ¡Maldito sea mil veces! ¡Debía haber dejado en paz a un hombre tan bueno
como Kalbum Dahabin el fabricante de espejos!
ACTIVIDADES
1. Realizada la lectura del segundo texto, responde a las siguientes preguntas:
§
¿Qué
le ha ocurrido a la Muerte en el cuento de Bernardo Axtaga?
§
¿Qué
historia os gusta más, la primera o la segunda? ¿Por qué?
§
¿Qué
relato ofrece una visión más positiva del hombre? ¿Por qué?
§
¿Cómo
reflejan estos textos la diferente concepción del destino de la cultura árabe
y la occidental?
|
2. Completa la actividad de comprensión lectora con una pequeña investigación sobre la figura del escritor Bernardo Atxaga. En esta página se hace un breve recorrido por su trayectoria literaria y se presenta un pequeño texto poético del autor. |